Aunque siempre tenemos en mente los grandes parques eólicos en zonas abiertas, una de las opciones que existen también es instaurar energía eólica en casa. Los aerogeneradores domésticos pueden ayudarnos a producir energía limpia y renovable en nuestros hogares y así reducir el impacto climático además de la factura eléctrica.
Energía minieólica, la solución para los hogares
La energía eólica tiene una hermana pequeña, la minieólica, una tecnología que utiliza aerogeneradores con una potencia inferior a los 100 kilovatios (kW) destinada a viviendas individuales, pequeñas comunidades o negocios.
La tecnología de los aerogeneradores caseros es una forma de autoconsumo eléctrico que permite generar una energía renovable. Para ello existen aerogeneradores adaptados a la potencia y necesidades que puede tener una vivienda particular o un negocio.
Algunas de las ventajas de tener energía eólica en casa es que puedes combinarla con placas solares, alternando así la obtención de energía de dos fuentes diferentes, y utilizar baterías que almacenen la energía sobrante para garantizar el suministro cuando el sol o el viento disminuyan.
Cómo instalar energía eólica en casa
Para disponer de energía eólica en casa es preciso, ante todo, que allá donde se instale la turbina exista un buen recurso de viento. Pero, además de ello, hay que tener en cuenta el ruido que podrá generar la instalación eólica, que puede molestar mucho a quienes estén cerca.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que la energía eólica no puede almacenarse, por lo que solo es utilizable cuando el acumulador está trabajando, gracias a la fricción. Así que en días muy ventosos podremos utilizar ese viento para suministrar eléctricamente a nuestro hogar, pero no guardaremos dicha energía.
Otro problema es la velocidad del viento, que debe establecerse en un mínimo y un máximo para no provocar daños en el aerogenerador.
Respecto a la cuestión económica, cuanto más alto se instale el aerogenerador, mayor será la intensidad del viento y, por tanto, su rendimiento. Además, la capacidad del aerogenerador se calcula por sus kilovatios y, a día de hoy, el precio del kilovatio oscila entre 1.000 y 3.000 euros. Por lo tanto, a modo orientativo, un aerogenerador de 1,5 kW puede costar unos 5.000 o 6.000 euros.